En conmemoración del Día Internacional de la Mujer, tenemos el honor de compartir una entrevista especial que aborda temas cruciales sobre la igualdad de género, la diversidad, la equidad y la inclusión en el ámbito laboral. Hoy, conversamos con la Licenciada Myriam Clerici, presidenta de nuestra empresa, IAPSER Seguros, quien comparte sus perspectivas y experiencias sobre cómo estos valores no solo enriquecen a las organizaciones, sino también a la sociedad en su conjunto.
1. ¿Qué opinas sobre la igualdad de género?
Creo firmemente que la igualdad de género es esencial para construir una sociedad más justa y equitativa. Todas las personas, sin importar su género, deben tener acceso a las mismas oportunidades, derechos y recursos. No solo es una cuestión de justicia social, sino también de progreso y desarrollo sostenible, ya que una sociedad que promueve la igualdad es más innovadora, próspera y resiliente.
Impulsar la equidad contribuye a eliminar estereotipos y discriminaciones, permitiendo que cada individuo alcance su máximo potencial en todas las áreas, ya sea en la educación, el trabajo, la participación política o en su vida personal.
Es importante recordar que la lucha por la igualdad de género es responsabilidad de todas las personas. Solo trabajando en conjunto, podremos crear un mundo más justo, inclusivo y diverso, avanzando hacia un futuro donde tengamos las mismas oportunidades, independientemente de nuestro género.
2. ¿Qué valores aportan la diversidad, la equidad y la inclusión a las organizaciones?
Los valores que aportan la diversidad, la equidad y la inclusión son la empatía, la innovación y el respeto. Estos principios enriquecen el ambiente de trabajo y promueven el desarrollo personal y profesional de las personas, así como el crecimiento de las organizaciones y la sociedad en general.
Fomentar un entorno donde el talento es apreciado y desarrollado sin importar las diferencias individuales, permite formar equipos más creativos, innovadores y comprometidos. Estos, aportan diversas perspectivas que enriquecen la toma de decisiones, lo que se traduce en productos y servicios más inclusivos, diseñados para una variedad de públicos con diferentes necesidades y realidades.
Además, trabajar en la diversidad no solo beneficia a las mujeres, sino que también desafía los patrones sociales y culturales impuestos por una visión binaria del género. Esto afecta a comunidades LGTBQI+, migrantes, adultos mayores y, en algunos casos, incluso a los hombres. Al adoptar estas estrategias, las organizaciones se convierten en espacios más inclusivos y respetuosos, promoviendo una cultura de equidad que beneficie a cada integrante y mejore su desempeño global.
Una organización que valora la diversidad, la equidad y la inclusión fomenta mejores vínculos entre las personas, generando distintas perspectivas, experiencias y visiones que enriquecen la dinámica del equipo y contribuyen a conversaciones más abiertas y sinceras. Estos principios no son simplemente metas que alcanzar, sino el camino hacia la construcción de empresas más sostenibles y sustentables, tanto en su funcionamiento como en su impacto social y económico.
3. ¿Se puede evaluar el impacto de la contribución de la diversidad, equidad e inclusión (DEI) en las organizaciones?
Además de ser una cuestión de justicia social, la igualdad de género es un buen negocio. Se logra implementando un plan de trabajo concreto y estratégico.
En la era actual, es evidente que la forma de hacer negocios ha evolucionado. La rentabilidad no solo depende del margen del producto o servicio, ni de los gastos o inversiones asociadas. Está muy vinculada al estilo de liderazgo que promueve la organización.
Un liderazgo inclusivo y diverso mejora el ambiente laboral y tiene un impacto directo en la productividad, la innovación y el desempeño general de la empresa. Al integrar la igualdad de género en el núcleo de la cultura organizacional, las empresas se posicionan de manera más competitiva y con mayores oportunidades de éxito a largo plazo.
4. ¿Cómo percibes el rol actual de la mujer en la industria aseguradora argentina?
El rol de la mujer en la industria aseguradora argentina ha adquirido cada vez más relevancia, aunque aún enfrenta desafíos importantes. Tradicionalmente, esta industria estuvo dominada por hombres, especialmente en cargos ejecutivos y de alta dirección. Recuerdo que fui una de las primeras en ocupar un puesto de liderazgo y participar en reuniones donde todos eran hombres, hablando de “cosas de hombres”.
A pesar de esto, las mujeres hemos logrado un progreso significativo en los últimos años, asumiendo roles clave en áreas como ventas, administración y, más recientemente, en posiciones de liderazgo y toma de decisiones. Esto ha tenido un impacto directo en la innovación del sector.
Las mujeres estamos liderando la transformación digital y aportando nuevas perspectivas en áreas como insurtech, marketing y el diseño de productos más inclusivos. Esta participación es esencial para promover la diversidad y crear productos que respondan mejor a las necesidades de todos los sectores de la población.
Además, dentro de la industria estamos impulsando una cultura organizacional más inclusiva y colaborativa. Esto se traduce en una mejor toma de decisiones y una mayor satisfacción laboral dentro de las empresas. Sin duda, este cambio está transformando la industria y abriendo nuevas oportunidades para todas las personas.
5. ¿Cómo se refleja la participación de las mujeres en el sector asegurador y qué desafíos persisten?
Según un informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) de 2023, las mujeres representan aproximadamente el 60% de la fuerza laboral en la industria de seguros a nivel global. Sin embargo, solo el 19% de ellas ocupan cargos directivos. Esto refleja una desconexión alarmante entre la presencia femenina en el sector y su representación en los niveles más altos de toma de decisiones.
Este dato es aún más preocupante en América Latina, donde solo el 13% de las mujeres en la industria de seguros ocupan cargos de liderazgo. Comparando estos números con el promedio global, vemos que las mujeres representan el 47% de la fuerza laboral total, pero solo el 29% de los cargos directivos. Aunque la presencia femenina en la industria de seguros es superior al promedio global, la brecha en posiciones de liderazgo sigue siendo considerable.
Por otro lado, en sectores fuera de los seguros, el porcentaje de mujeres en cargos directivos en América Latina alcanza el 25%. Esto demuestra que la industria de seguros está aún más rezagada en términos de equidad de género en liderazgo.
Este panorama destaca la necesidad urgente de adoptar medidas más efectivas para garantizar una mayor representación femenina en los puestos de decisión y liderazgo dentro del sector.
6. ¿Cuáles son los principales desafíos que aún enfrentan las mujeres en términos de igualdad de género y representación en los niveles de liderazgo, tanto en la industria aseguradora como en otros sectores?
Aunque hemos avanzado, persisten brechas de género en salarios, oportunidades de desarrollo y representación en la alta dirección. Es crucial fortalecer las políticas de igualdad de género y crear ambientes laborales inclusivos para cerrar estas brechas.
El rol de la mujer en la industria aseguradora argentina sigue creciendo en importancia. Su participación es crucial para un sector más inclusivo, equitativo e innovador. Sin embargo, aún queda trabajo por hacer para garantizar una representación igualitaria en todos los niveles.
Debemos reflexionar sobre cómo puede aportar cada persona a cambiar este paradigma. La seguridad en el trabajo no puede ser completa si no consideramos a todas las personas que forman parte de él, sin importar su género, su rol o sus necesidades.
El futuro de la mujer y la diversidad depende de nuestra capacidad para actuar hoy. Necesitamos romper las barreras que aún existen y crear un entorno donde cada voz, sin importar su género, etnia o experiencia, tenga un lugar en la mesa.
Como alguien que ha dedicado su vida al sector corporativo, puedo decir con certeza que las generaciones futuras merecen un mundo laboral más justo, equitativo y diverso. Y está en nuestras manos construirlo.